Muy buena la frase.
Te voy a seguir con una no tan esperanzadora, jaja.
Era el alivio que esperaba
Era como la noche despejada
O el día de verano.
Lo que me sujetaba, ya no estaba
La sangre corría, pero ya no daba miedo
Era una nueva amiga, salvadora.
Me recosté, confiando en que ya no hubiera mañana
Y asi, víctima de mi propia inconciencia, cerré los ojos.